Para mi Innsbruck es una de las ciudades con más encanto de Austria. Edificios de colores rodeados de montañas con los picos enblanquecidos, calles empedradas y un sinfin de cosas que ver hacer. No te aburrirás en Innsbruck.
En este post te cuento qué ver y hacer en Innsbruck, algunos tips de viaje y dónde alojarse.
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Y ahora si, empezamos con la lista de los 10 lugares que debes conocer si vas a visitar esta preciosa ciudad.
10 IMPRESCINDIBLES QUÉ VER Y HACER EN INNSBRUCK
1. Tejadillo de Oro
Ubicado en pleno corazón de la ciudad, el Tejadillo de Oro es el monumento más famoso y fotografiado de Innsbruck. Oficialmente su nombre en alemán es Goldenes Dachl, en ingles es conocido como Golden Roof.
Su construcción se llevó a cabo en la primera mitad del siglo XVI, como un homenaje al matrimonio entre Maximiliano I y Bianca Maria Sforza.
Para recubrir el tejado utilizaron 2.657 tejas de cobre, que más tarde fueron doradas al fuego.
Además, todo el mirador está adornado con los escudos del emperador, frescos que representan caballeros medievales y relieves esculpidos donde se muestran imágenes de la vida de Maximiliano I.
Hoy en día el edificio alberga el Museo del Tejadillo de Oro. En el hay una exposición de la vida y obra del emperador Maximiliano I.
Lo bueno de visitar el museo principalmente es poder asomarse al mirador y disfrutar de las vistas.
2. Hofkirche
Hofkirche es una iglesia de estilo gótico y renacentista situada en el Altstadt (ciudad vieja) de Innsbruck. Esta iglesia fue construida 1553 por el emperador Fernando I en honor a su abuelo Maximiliano I.
3. Palacio de Ambras
Este Palacio o castillo se encuentra situado en las afueras de la ciudad. El castillo de Ambras fue construido en el siglo XVI en el lugar de un anterior castillo del siglo X, y se convirtió en la sede del poder de los condes de Andechs.
El Palacio es de estilo renacentista. En el se encuentra la Cámara de Arte y Maravillas, con una colección de pinturas de personas con deformidades.
El castillo es precioso, sencillo y de líneas neutras. Vale la pena visitarlo y pasear por sus jardines. Lo más bonito del lugar es el entorno natural que lo rodea.