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Visitar el Archipiélago de Gotemburgo

Imagina un lugar sin coches y sin ruido de tráfico, donde se puede respirar profundamente el aire fresco del mar y escuchar el sonido de las olas rompiendo suavemente, un archipiélago de pequeñas islas con pueblos tradicionales de pescadores y cabañas de madera en las rocas. Un lugar donde las escarpadas costas se encuentran con la frondosa naturaleza y en ocasiones el único medio de transporte son las carretillas.

Este lugar existe y lo puedes visitar si te estás planteando hacer un recorrido por Suecia. Se trata del archipiélago de Gotemburgo y en este post te hablo de cómo llegar y que ver.


Visitar el Archipiélago de Gotemburgo

El Archipiélago de Gotemburgo es un conjunto de islas en Suecia, en el mar del Norte (en las aguas del Skagerrak). Se divide en dos partes; el archipiélago del norte con 10 islas y el archipiélago del sur con 14 islas.


Destacan por ser un lugar lleno de paz, sin tráfico ni coches, sin ruidos urbanos y con paisajes preciosos, bañados por la niebla matinal y con el ruido de las olas que rompen contra las rocas.


CÓMO LLEGAR A LAS ISLAS DEL ARCHIPIELAGO DE GOTEMBURGO


Para llegar a Gotemburgo debes coger el barco desde Saltholmen (accesible con el tranvía 11) que te llevará a las islas del archipiélago del sur. Los coches no pueden circular por las islas y literalmente una vez llegas deberás caminar o ir en bicicleta. Sin duda, es el lugar perfecto para desconectar y alejarse del ruido de la ciudad. Estos ferries son parte del transporte público, así que son muy económicos.




VISITAR EL ARCHIPIELAGO DE GOTEMBURGO


Tienes muchísimas islas por visitar, aunque te recomiendo algunas en especial; Styrsö, Brännö, Vrångö, Donsö, Asperö, Köpstadsö y Vargö. Aunque mi favorita fue Södra Skärgården y te hablo de ella a continuación.


Nosotros nos decidimos por visitar Södra Skärgården, en el archipiélago del sur. Embarcamos en el primer ferry para llegar y encontrarnos un paisaje bañado por una niebla blanca muy espesa.

Nada más desembarcar encontramos caminitos de madera que se dirigían hacia el centro de la isla, serpenteando rocas y praderas.



El ambiente es muy tranquilo y agradable. Como te contaba antes, no hay ruidos urbanos y los sonidos de la isla básicamente provienen de las olas del mar, de las ovejas, los pájaros, y de las conversaciones de algunos vecinos que residen en la isla.


Tuvimos la suerte de viajar en temporada baja, y aunque el ambiente era más frio, no había apenas turistas rondando la isla.



Sin duda, es un lugar que transmite mucha paz. Apenas hay algún pequeño restaurante, alguna cafetería y tienda local. Me llamó muchísimo la atención, que en la isla predominan los colores blancos. Cuando por lo general, en zonas nórdicas predomina la madera pintada en colores oscuros que conservar el calor.

Toda la isla está llena de casitas blancas con puertas en gris clarito, azul… apenas hay casitas rojas, algo típico en Suecia.



La visita a la isla, entre la ida del ferry, la visita y la vuelta, te puede llevar 5 o 6 horas. Así que te recomiendo que vayas bien tempranito, para aprovechar la tarde visitando la ciudad de Gotemburgo.


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Espero que disfrutes mucho de tu viaje a Suecia y que este artículo te haya sido de utilidad. Puedes seguir leyendo muchos más artículos relacionados en el blog.


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¡Un abrazo y hasta la próxima!

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